Como diosa del hogar y la familia, Hestia nunca salía del Olimpo, y nunca se entrometia en las disputas de los dioses y los hombre, por lo que paradójicamente pocas veces aparece en los relatos mitológicos a pesar de ser una de las principales diosas de la religión griega y, posteriormente, romana.
Muestra de esta importancia es el hecho de que Hestia era la primera a quien se le hacían las ofrendas en los banqueste, antes incluso que a Zeus.
Cuando Dionisio es admitido en el Olimpo, Hestia cede su puesto en el consejo de los doce dioses, para asi fortalecer su categoría de dios olimpico, mientras ella se dedica por completo al cuidado del fuego sagrado del Olimpo.
Según los Himnos homéricos, su mansión estaba ubicada en la parte más alta del Olimpo. Además, se muestra como Hestia, que aunque mantuvo un trato cordial con todos los dioses y siempre se mantuvo neutral en las disputas, tanto divinas como humanas, mantenía una relación diferente con dos dioses. Sin duda, Hermes fue su sobrino favorito y quien, cuando éste permanecía en el Olimpo, pasaba mucho tiempo en casa de su tía contándole sus aventuras o las noticias que les ocurrían a dioses, semidioses o humanos. Además, tía y sobrino eran quienes organizaban los banquetes y se encargaban de reunir a los demás dioses. Por el contrario, Afrodita fue una diosa cuyo comportamiento siempre desaprobó y no hubo ninguna ocasión en que ésta pudiera convencer o engañar para que la virginal Hestia se permitiese un devaneo amoroso.
Hestia inventó el arte de construir, por lo que con ella finalizaban siempre las oraciones a los dioses. De ella dependía la felicidad conyugal y la armonía de la familia. Estendió su protección sobre los altares, los palacios de los gobernantes y, por analogía, sobre los estados entendidos como el hogar de cada pueblo. De ella, por tanto, dependía la armonía y la felicidad de los habitantes de una ciudad.
Con el paso del tiempo incluso se amplió su protección a todo el universo, asumiendo que un fuego sagrado místico daba vida a toda la naturaleza. En este sentido, en un estadio de la religión más evolucionado, se confundía su culto con el de diosas como Cibeles, Gea, Deméter o Artemisa.

En algunas ocasiones, Hestia, aparece en las escenas de parto junto con Ilitia (Genio femenino que preside los alumbramientos. Es hija de Zeus y Hera, hermana de Hebe, Ares y Hefestos. Fiel criada de su madre y servidora de sus odios).
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